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25 de mayo de 2020

Mónica González: Cuatro décadas de enfermera hoy dedicada a pacientes oncológicos

  • Servicio Salud de Antofagasta (SSA) valora su aporte profesional

En un principio quería estudiar medicina veterinaria. Siempre ha sido una amante de los animales. Sin embargo, a su padre no le gustó la idea que se fuera hasta Valdivia, donde se impartía la carrera. Entonces, optó por entrar a Enfermería en la otrora sede regional de la Universidad de Chile en Antofagasta. “Todo eso sucedió en un época complicada del país, ya que me tocó egresar de cuarto medio pos golpe”, comentó.

Esta es parte la historia de una de las enfermeras de más trayectoria en Antofagasta.Se trata de Mónica González Pizarro, que en enero de este año cumplió 4 décadas desde que se tituló como enfermera. Profesión que, desde que la empezó a ejercer, la dedicó completamente a la salud pública en Antofagasta.

Comenta que el verdadero gustó por la enfermería lo adquirió en el tercer año de universidad. “Fue cuando empezamos con las prácticas intensivas; me di cuenta que uno podía marcar una diferencia para que una persona con su salud disminuida, se sienta mejor”, comenta.

Cuenta que en ese entonces un paciente se sintió tan agradecido por el simple hecho de taparlo luego de examen. “Esas cosas marcan. El poder ponerse en el lugar del otro; el entender que si a mí no me gusta algo, porqué voy dejar que le pase otro. El trato con respeto”, reflexiona.

Recuerda que su último año de universidad lo hizo embarazada, por lo que su primera opción en ese momento fue la maternidad. Así, no ejerció hasta que su hija cumplió los 10 años.

Luego, tras tomar la decisión de ejercer, ingresó al Consultorio (hoy Cesfam) Centro Sur de Corporación Municipal. Esa fue época que recuerda con orgullo y satisfacción, pues “en es tiempo tuve la oportunidad de hacer un pos grado en geriatría, tras lo cual  creé el Programa del Adulto Mayor en la Atención Primaria de Salud, el que hoy en día se sigue aplicando en la APS”.

En 1994, tras 5 años en la APS, ingresa a trabajar al pensionado del Hospital Regional “Dr. Leonardo Guzmán” de Antofagasta (el de Av. Argentina). Cuatro años después, en el mismo hospital, abrazó a los pacientes de Oncología, área de la salud que nunca más dejó.

Tanto así, que “La mami” -como cariñosamente le dicen sus colegas más jóvenes- hoy, a sus 63 años, ejerce como enfermera coordinadora de la Unidad de Quimioterapia del Centro Oncológico del Norte, establecimiento al que llegó desde su puesta en marcha en el año 2010.

Reconoce que no el tiempo se ha puesto menos paternalista, pero si le gusta y se preocupa que todos los pacientes de quimioterapia se hagan sus tratamientos como corresponde.

“Desde principio me gustó trabajar con los paciente oncológicos, me gustó la administración de sus quimioterapias y ayudarlos; y aunque muchos piensan que puede ser un trabajo porque asocian al cáncer con la muerte, yo les digo que eso no es así. Me ha tocado ver muchas veces como pacientes salen adelante”, comenta.

Recuerda el caso de un joven padre con cáncer que no quería hacerse el tratamiento. “Pero le hablé. Le pregunté si no le gustaría ver crecer a su hija; o que otra persona la criara. Le dije que tenía que dar la pelea. Aquel joven, hoy ya todo un hombre, aún me recuerda. Entonces, esas son cosas que causan gran satisfacción”.

Comenta que, si bien la enfermería ha evolucionado mucho en estos años, aún hay mucho espacio por avanzar. “Antes nos veían en rol más secundario, hoy la enfermera/o es más integral, especializada; juega un papel más protagónico en el modelo. Es un pilar fundamental en la estructura de salud”.

Explica que la vocación y la empatía deben dos de las características principales que deben tener las personas que abracen la profesión de enfermería. “A eso también debe sumarle el respeto por las personas y saber cuándo dejar partir”, agrega.

Tiene claro que ya se acerca el fin de su etapa como profesional de la enfermería, pero tiene igual de claro que no se jubilará para quedarse en casa viendo como se pasa la vida. “Sé que me dará nostalgia el no poder ayudar a los pacientes, de acogerlos cuando se ponen mal y acompañarlos… son cosa que extrañaré”.